El perro de Carla
Los perros y las personas pueden llegar a desarrollar un vínculo muy especial por el gran cariño y lealtad que transmiten estos animales. Y por ese motivo, Carla deseaba estar rodeada de perros cuando fuera mayor.
Con su triste e inesperada pérdida, la familia buscó la manera de unir el amor por su hija y el amor de Carla por los perros.
Y la encontró: la Fundación el perro de Carla siempre ha realizado proyectos con el objetivo claro de ofrecer bienestar emocional a niños y niñas con necesidades especiales y en los que la figura del perro es el elemento de ayuda principal.
Lo qué hicimos
En sus inicios, en junio del 2010 hasta el 2013, trabajamos intensamente. Empezamos entregando los dos primeros perros de asistencia oficiales para niños con autismo en Cataluña y luego iniciamos un proyecto más complejo: acoger e instruir a 10 cachorros preciosos y convertirlos en unos buenos perros de asistencia que mejorasen el día a día de menores con trastornos, y también el de sus familias.
El proceso fue largo y hubieron obstáculos, pero con las ganas de ayudar a menores vulnerables junto a la ilusión y fuerza de los amigos de Carla, conseguimos avanzar con este bonito proyecto.
Primero, encontramos y elegimos a los cachorros adecuados para esa futura e importante labor social. Luego encontramos a diez familias maravillosas -y muy generosas- que quisieron colaborar con la Fundación acogiendo a un cachorro durante un año. Durante todo ese periodo, esas familias estuvieron apoyadas por los técnicos expertos en animales de CTAC, con los que colaboramos, que instruían a los cachorros durante su desarrollo y les hacían un seguimiento constante. Una vez superada esa primera fase, y sólo si el perro era estable y estaba bien entrenado, se pasaba a la siguiente fase de instrucción y el perro ya se iba a vivir a un centro especial para educarlo como perro de asistencia para un fin específico (perro de servicio, menores con autismo, perro señal para personas con discapacidad auditiva, etc).
De los diez cachorros, sólo cinco pasaron a la siguiente fase y llegaron a hacer su gran labor social. Los otros cinco, al no cumplir con los requisitos básicos para ser perro de asistencia, se quedaron felizmente en sus casas de acogida.
Lo qué hacemos
Una vez finalizado el programa de perros de asistencia quisimos ampliar nuestra ayuda a menores con dificultades emocionales mediante terapias asistidas con animales y otras actividades infantiles.
Y así es como desde 2014 la fundación se ha centrado en ofrecer ayuda a chicos y chicas en riesgo de exclusión social y que por sus circunstancias familiares viven en centros tutelados por el Estado.
Estos menores tutelados suelen tener importantes carencias afectivas y las terapias asistidas con animales son muy gratificantes y positivas para su bienestar emocional.
El método El perro de Carla
Una vez realizados y evaluados todas las sesiones del programa, y si los resultados obtenidos son positivos, la Fundación tiene el objetivo de recopilar tanto la manera de trabajar como de evaluar y publicar todos los datos en un manual o decálogo.
Este decálogo irá enfocado a los profesionales de la salud y de la educación con el objetivo de explicar cómo los perros se pueden aplicar en el ámbito educativo para mejorar las competencias de los adolescentes, siguiendo la metodología llamada 'el perro de Carla'.
¡Os mantendremos informados!